Chequeo médico a Google

En apenas unos días, la empresa de Mountain View ha sido protagonista en la prensa por la compra de Fitbit y por el acceso sin permiso a historiales de pacientes. Pasamos un chequeo médico a Google.

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Chequeo médico a Google I. Alphabet y la sanidad.

Es conocido que Google se encuentra albergada en la matriz Alphabet y que allí comparte paraguas con otras empresas más “experimentales”. Compañías como Calico (biotecnología), Verily (Ciencias de la vida), DeepMind (Inteligencia artificial) o X están vinculadas, de alguna forma, con el sector de la salud.

Es decir, Google siempre ha tenido interés por la salud y con el desarrollo de las tecnologías emergentes aún más.

Inversiones y adquisiciones de empresas healthcare de Google 2013-2017
Inversiones y adquisiciones de empresas healthcare de Google 2013-2017. Fuente CBInsights

Por eso a nadie extrañó que hace diez días, Fitbit comunicará que había sido adquirida por 2.000 millones de dólares.

(Google) “Estamos ansiosos por trabajar con el increíble talento de Fitbit y reunir el mejor hardware, software e inteligencia artificial para crear dispositivos portátiles que ayuden a más personas en todo el mundo”.

Por supuesto, para seguir compitiendo con el Apple Watch y toda la estrategia digital sanitaria de Apple. Una guerra en la que también entran como invitados especiales Amazon y muy probablemente (si sus problemas con la justicia y su extraño concepto de privacidad se lo permite) Facebook.


Chequeo médico a Google II. El proyecto Nightingale I.

Ahora bien, lo que hizo saltar las alarmas y les va a costar a los de California digerir y redirigir fue un titular del Wall Street Journal. El artículo “Google’s ‘Project Nightingale’ Gathers Personal Health Data on Millions of Americans” el informaba que Google había accedido a millones de historiales médicos sin permiso de los pacientes, profesionales y la propia organización sanitaria con la que había firmado un acuerdo de colaboración.

Ascension, la entidad colaboradora y receptora del proyecto, es el mayor sistema de salud sin ánimo de lucro de USA y uno de los mayores de adscripción católica del mundo.

Y el proyecto “Nightingale” nació en 2018 para recopilar y analizar la información de salud personal detallada de millones de estadounidenses en 21 estados.

Los datos involucrados en el proyecto incluyen resultados de laboratorio, diagnósticos médicos e historial de hospitalización, etc. lo que para muchos analistas equivale a un historial médico completo, incluyendo los nombres y las fechas de nacimiento de los pacientes.


Chequeo médico a Google (III). El proyecto Nightingale II.

El uso de esos datos estaba justificado en la creación de un nuevo software apoyado por inteligencia artificial con la finalidad de sugerir cambios en el tratamiento de los pacientes.

Según Forbes el acuerdo supone el traslado de los registros médicos a Google Cloud y la puesta en marcha de un buscador “Patient Search” que permitiría a los profesionales acceder a esos datos teniendo a su disposición una “página de información general” sobre sus pacientes.

Un ejemplo de una nueva herramienta de búsqueda de pacientes probada por Google
Un ejemplo de una nueva herramienta de búsqueda de pacientes probada por Google. Fuente: Forbes.

El objetivo final es utilizar la IA para ayudar a Ascension en la toma de decisiones sobre el historial del paciente, intervenciones aconsejadas o riesgos de su salud. El problema surge cuando este proyecto no es notificado ni a profesionales, ni a pacientes, y hay dudas que el propio proveedor conociera completamente sus implicaciones.

la autoridades quieren conocer si el acuerdo con Ascension y la actuación de Google es conforme a HIPAA, algo que el departamento Health and Human Services (HSS) lo está investigando.

Pero lo que subyace, es si el objetivo “oculto” es estudiar la creación de una herramienta de búsqueda general que posteriormente pueda utilizarse para otros sistemas de salud. Es decir entrenar una IA en un proyecto de millones de pacientes (se habla de hasta 50 millones en el proyecto ‘Nightingale”). Algo que no se ha realizado todavía y una tentación demasiado grande para un mercado tan competitivo.


Chequeo médico a Google IV. La responsabilidad.

Y eso son malas noticias. Porque las compañías tecnológicas, de biotecnológica y de ciencias de la vida son vistas por la ciudadanía como las organizaciones que más pueden contribuir a la mejora de la salud en los próximos 20 años. Y Google era la compañía en la que más confiaríamos si compartiéramos nuestros datos de salud con tecnológicas.

Encuesta de preferencia para compartir datos de salud de Rock Health 2019
Encuesta de preferencia para compartir datos de salud de Rock Health 2019.

Esta buena sintonía le permitió a Sundar Pichai, CEO de Google, aconsejar a los gobiernos que no tuvieran prisa en regular la inteligencia artificial, porque una legislación apresurada “podría obstaculizar la innovación e investigación”. El motivo es claro, la IA es un elemento clave para el crecimiento de Alphabet. DeepMind es un buen ejemplo.


Chequeo médico a Google V. Cesión y tratamiento de datos sanitarios.

Porque este incidente no es el único que ha tenido Google, llueve sobre mojado. Desde hace unos años el NHS realiza acuerdos con grandes compañías tecnológicas para la implantación de soluciones avanzadas con el fin de mejorar su productividad y ahorrar costes. Y han sido muchos los problemas que ha tenido con respecto al uso y la privacidad de los datos de los pacientes.

En 2017 la Information Comissioner’s Office (ICO) dictaminó que no se podrán ceder datos de pacientes a… DeepMind, la empresa de AI de Google, porque… los pacientes no fueron informados adecuadamente de la cesión de sus datos.

Pero no fue sólo un tema de información, si no también del uso que se les dió. Un hospital de Reino Unido (Royal Free NHS Foundation Trust) no hizo lo suficiente para proteger la privacidad de los pacientes cuando compartía datos con Google. La ICO censuró los datos que se usaron y la forma en que fueron utilizados.

Entonces, un responsable de DeepMind declaró “Hemos subestimado la complejidad del NHS y las reglas en torno a los datos de los pacientes, así como los posibles temores de su uso por parte de una compañía tecnológica”. Y a día de hoy, parece que no se sigue dando la importancia que merecen.

Para finalizar, hace unos días cinco “Trust” británicos han acordado trasferir los acuerdos que tenían con DeepMind, y que no estaban utilizando, a Google Health. Según se sabe, los acuerdos se han modificado para incluir las obligatoriedades del nuevo GDPR. Y para el servicio no es necesario el almacenamiento de datos en un tercero, ya que Google posee infraestructura de nube en UK.

Veremos cuál es el devenir de estos proyectos. La receptividad de las organizaciones sanitarias y la respuesta de la ciudadanía es fundamental. Pero no cabe duda que estamos ante un antes y después del desarrollo de proyectos sanitarios en colaboración con las grandes tecnológicas.

Estos contenidos son una selección del servicio “Knowledge eHealth


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Autor: José Miguel Cacho. LinkedIN
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