Quizá el próximo gran reto asistencial será que los pacientes tengan acceso a terapias y tratamientos innovadores en la atención a la salud mental. ¿Cuál ha sido el papel de las herramientas digitales para estos trastornos durante la pandemia y cómo podrían ayudar en este reto?
El reto de la transformación digital en Salud Mental (I): crisis global
Antes de la pandemia de la COVID-19, el coste de los problemas de salud mental en países desarrollados se estimaba entre el 3% y el 4% del Producto Nacional Bruto, según la OMS en su informe “Invertir en Salud Mental”. Sin embargo, los países gastaban, de media, menos del 2% de sus presupuestos sanitarios en salud mental.
Ahora la pregunta ¿Es la salud mental la pandemia después de la COVID-19? es más pertinente que nunca. El informe del Instituto de Salud Global de Barcelona analiza los distintos mecanismos, como los cambios abruptos en los hábitos diarios, el miedo al contagio, la posible desconexión de la naturaleza y las modificaciones de los roles familiares (por el teletrabajo, la escolarización en casa o incluso el desempleo) a través de los cuales la pandemia está repercutiendo en la salud mental. En este sentido, constituye una crisis global sin precedentes al impactar de forma múltiple y simultánea. Y que necesita de una actuación urgente.

El reto de la transformación digital en Salud Mental (II): pandemia
Durante la pandemia, aproximadamente 4 de cada 10 adultos en los EE. UU. han padecido ansiedad o depresión según el informe de KFF “The Implications of COVID-19 for Mental Health and Substance Use“ Y para la mayoría de los jóvenes, la crisis de salud pública ha provocado el distanciamiento social de los amigos y un sentido colectivo de aislamiento que ha impactado en su salud mental y conductual, según el informe “Coping with COVID-19: How Young People Use Digital Media to Manage Their Mental Health.”
En nuestro país el CIS realizó un estudio sobre el impacto de la pandemia en el ánimo de los españoles. Una radiografía sobre el estado de la salud mental de las personas analizando datos sobre el miedo a morir o al contagio, las emociones de tristeza, problemas de sueño, preocupación, etc. Un buen resumen de los resultados puede consultarse en el artículo “La cuarta ola y el síndrome de fatiga” de la Fundación Gaspar Casal.

Aunque datos como que un 68,6% ha sentido mucho o bastante miedo a que pueda morir algún familiar o ser querido o que un 72,3% reconoce que ha sentido mucha o bastante preocupación de que se contagie algún familiar o ser querido, muestran la profundidad del problema.
El reto de la transformación digital en Salud Mental (III): España
Actualmente en España, la depresión afecta a 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 10 hombres.
“Se estima que en 2050 la depresión será el principal problema de salud, lo que le convierte en una prioridad de salud pública”.
doctora Ana González-Pinto, presidenta de la SEPB
Los trastornos depresivos podrían aumentar hasta un 20% en los próximos meses y años a causa de la pandemia actual de la COVID-19 y de las crisis social y económica que se prevén. Por ello, los expertos recuerdan la importancia, por un lado, de poner en marcha programas de prevención, y por otro, hacer un abordaje temprano de las enfermedades mentales. Información que proviene del Libro Blanco “Depresión y suicidio 2020. Documento estratégico para la promoción de la Salud Mental”, de la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.
En este artículo creo que está muy justificado este extenso preámbulo para dar cuenta de la magnitud del reto.
El reto de la transformación digital en Salud Mental (IV): herramientas digitales
¿Cuál ha sido el papel de las herramientas digitales para la salud mental durante la pandemia y cómo podrían ayudar a los servicios de salud a identificar los desafíos que aún están por venir? Esta pregunta tiene su respuesta en el artículo recientemente publicado en The Lancet “Digital tools for mental health in a crisis”.
Vamos con un resumen, en varios puntos, de las conclusiones del informe:
- El 70% de los países del mundo adoptaron la telemedicina o teleterapia en sus servicios de salud mental y apoyo psicosocial
- Estas consultas remotas han sido efectivas para mejorar y tratar las condiciones de salud mental, aunque la adopción es muy variable en función del país.
- La aceptación por parte de los pacientes difiere según factores sociodemográficos y edad.
- La brecha digital también se ha puesto de manifiesto en el uso de aplicaciones móviles.
Si hay que destacar que el informe afirma que el comienzo es prometedor pero también que hay que abordar la brecha digital, procurar un acceso equitativo a una población que es diversa, y que es necesario identificar los grupos para los que los servicios digitales deben ser prioritarios de aquellos otros para los que no son factibles.
Finalmente el artículo habla sobre el fenotipado digital, la validez clínica de las medidas para identificar los problemas de salud mental y por supuesto de cuestiones éticas, datos y privacidad.
El reto de la transformación digital en Salud Mental (V): el reto
No va a ser fácil el recorrido porque un metaanálisis de apps de salud mental “Standalone smartphone apps for mental health—a systematic review and meta-analysis” de hace menos de dos años señalaba que, aunque algunos ensayos mostraron el potencial de las apps “no se puede recomendar el uso de aplicaciones para teléfonos inteligentes como intervenciones psicológicas según el nivel actual de evidencia”.
El tema es tan extenso, complejo y delicado que bien merece una continuación en próximos artículos.
Autor: José Miguel Cacho. LinkedIN
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