Se celebró Infarma 2016 el Salón de Medicamentos y Parafarmacia que incluyó el Encuentro Europeo de Farmacia donde se trataon los principales temas de interés para la farmacia comunitaria. Enlazando con este evento, el pasado mes de febrero la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) presentó el documento “15 retos para el presente y el futuro de la farmacia comunitaria” donde se reflexiona “sobre los distintos aspectos que condicionarán el desarrollo profesional, asistencial y científico de la farmacia comunitaria en los próximos años”
Entrando de lleno en el documento y centrándonos en el reto llamado “El rol del farmacéutico comunitario en las nuevas tecnologías: receta electrónica, información clínica necesaria…” se argumenta cómo el paso de la Edad Industrial a la Era de la Información obliga a entender la influencia que tiene la tecnología en el modo de vida actual.
En el ámbito de la administración pública su inadecuado funcionamiento como e-administración no parece tanto un problema de ineficiencia tecnológica (recalca el artículo) si no el reflejo de una incomprensión en cómo transformar el marco de relación con el ciudadano.
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Por lo tanto es el momento para que la farmacia comunitaria se enfrente a los retos en el ámbito de las nuevas tecnologías de información que según la SEFAC van encaminados en tres vertientes:
- Mejorar el uso racional del medicamento con las sugerencias sobre la e-receta que publicaron hace una año y que en esta entrada del blog “People in the eSalud” puedes consultar.
- Potenciar los servicios profesionales farmacéuticos (SPF) de salud pública. Servicios que se apoyan en la tecnología para realizar cribados, seguimiento de pacientes (cesación tabáquica, hipertensión arterial, EPOC, etc.). En la actualidad existen múltiples soluciones, situación propia de un mercado emergente al cual finalmente se deben incorporar proyectos maduros que (según el documento) se apoyen en tres elementos:
- Integración de servicios: Se necesitarán plataformas que integren servicios e información para facilitar al farmacéutico el conocimiento del paciente en su conjunto, tanto desde el punto de vista de las necesidades concretas del servicio como del buen uso de los medicamentos.
- Gestión económica: Las plataformas deberán contar con una gestión económica de los servicios realizados tanto hacia el cliente / paciente como a la posible concertación de servicios con entidades públicas o privadas.
- Generación de conocimiento: Los datos recogidos por los farmacéuticos comunitarios pueden servir, debidamente anonimizados y protegidos, para alimentar proyectos de investigación sanitaria sobre los problemas de salud de los españoles.
- Y finalmente la tercera vertiente, la alianza terapéutica con el paciente: Si algo está aportando la salud ubicua (uhealth) a la situación actual de la sanidad es la toma de conciencia de nuevos escenarios de relación con el paciente, en el que la comunicación será uno de los ejes sobre los que giren la provisión de servicios por parte de los profesionales. Si a esto se añade la problemática de la cronicidad y el envejecimiento de la población parece que la conjunción de comunicación digital y la farmacia como agente más cercano al paciente podría dar lugar a una fructífera alianza terapéutica.
No sería aventurar demasiado el pensar en una comunicación farmacia / paciente con servicios de formación, consejos, recordatorios, seguimiento, etc. Ejemplos en España parece que veremos dentro de poco tiempo (Cofares presenta Global Pharma y Destino Salud).
Mientras que en USA existen movimientos muy atrevidos que están por saber si funcionarán:
- Usar la Inteligencia Artificial (alianza IBM Watson con CVS pharmacy)
- Dar servicios de Telemedicina (Acuerdo MDlive con Walgreens)
Y otros que ya sabemos que no han tenido el éxito deseado:
- Kioskos de HealthSpot en farmacias Rite Aid
Artículo originariamente publicado en “People in the eSalud“