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ARTÍCULO DE OPINIÓN
La Organización Médica Colegial de España publicó hace más de 2 años el documento “La Relación Médico Paciente. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” pero ha sido ha raíz del titular aparecido en prensa “La relación médico-paciente es más necesaria que nunca ahora que peligra” cuando nos hemos fijado, y hemos acercado la lupa a la afirmación:
Los médicos han reiterado la necesidad de este manual como la base de un vínculo que “está amenazado” frente a los “modelos biologicistas de las universidades“ y la intromisión de las nuevas tecnologías como ‘sustituto’ del profesional.
Tecnificación sin límites
Una vez sobrepuestos de la sorpresa hemos acudido a leer el documento y nos encontramos un único párrafo en el que se hace referencia a las nuevas tecnologías, en el apartado correspondiente a las Amenazas de la relación médico-paciente:
Cientificismo/tecnificación: Nos encontramos en un momento en el que la relación médico-paciente se puede ver amenazada por una tecnificación sin límites, sin ética y sin reflexión crítica. Los nuevos sistemas de big data, inteligencia artificial, la clonación, la optimización tecnológica y genética de los individuos, así como todos aquellos descubrimientos e inventos que tengan lugar en los años venideros, no deben ser asumidos desde una posición irreflexiva y debe ser valorado si estos son acordes con los consensos que rigen nuestra sociedad y los principios que sustentan la relación médico-paciente. De la misma manera, no podemos reducir toda la complejidad de la realidad a premisas falsables de las que extraer conclusiones generalizables. Las personas no pueden ni deben ser explicadas desde una perspectiva únicamente científica ni reducidas a comportamientos o actividad neuronal. Los beneficios innegables de la ciencia no deben eclipsar otras formas de entender la realidad y dar sentido a nuestra experiencia.
Más allá del tono apocalíptico pensamos que quizá en 2017 se percibía esa “tecnificación sin límites, sin ética y sin reflexión crítica” como una auténtica amenaza, no sólo para la relación médico paciente, sino también para la gestión sanitaria en general.
Desde la perspectiva que nos da el tiempo, podemos comprobar cómo se están realizando acciones desde organizaciones políticas, sociales e incluso científicas para que esas amenazas no lleguen a cumplirse.
Trabajando con las nuevas tecnologías
El nuevo reglamento de Reglamento UE 2017/745 sobre productos sanitarios aplicable a partir del 26 de mayo de 2020 incluye al “programa informático” dentro de la definición de producto sanitario, le clasifica, exige requisitos y validación técnica y científica para obtener la certificación que les permite su uso.
Asociaciones profesionales de prestigio como la American Medical Association ha publicado informes sobre la inteligencia artificial y sus aspectos éticos, donde no dudan de que revolucionará la medicina aunque hay trabajo que hacer sobre sus bases éticas, pero además afirma:
En última instancia, los pacientes seguirán siendo tratados por los médicos, sin importar cuánto cambie la IA en la prestación de la atención siempre habrá un elemento humano en la práctica de la medicina.
O la misma Comisión Europea, cierto es que con bastante lentitud, en el tema de la ética de la IA creando la “AI Alliance” o en la seguridad de los datos de salud de los ciudadanos, facilitando compartirlos a través de las fronteras europeas, incluyendo información genómica, para un mejor servicio y facilitar la investigación sanitaria
Profesionales (tecno)sanitarios
Podríamos seguir añadiendo referencias, incluso locales, demostrando que el uso de las nuevas tecnologías en nuestro país, no está dinamitando la relación médico-paciente, sino al contrario. Pero como hemos dicho al principio es un informe de 2017 y como “aviso a navegantes” parece quizá excesivo pero interesante. Lo que nos motiva a escribir este texto, es observar como dos años después se presenta a los medios sin considerar todo este camino andado y pensando que la tecnología es el (intruso) enemigo de los médicos.
Creemos que no es necesario, pero aún así tenemos que citar aquí que hay muchos médicos que desarrollan o están formándose para diseñar apps de salud que mejoren su relación con los pacientes, profesionales que aplican o utilizan analítica de datos para dar la información más adecuada a su paciente en el diagnóstico o la prevención. Y sobre todo pacientes y ciudadanos que esperan que la tecnología que ellos usan diariamente pueda ser utilizada en su relación con los sistemas sanitarios, siempre bajo las medidas adecuadas de seguridad, fiabilidad y evidencia científica.
Estos contenidos son una selección del servicio “Knowledge eHealth”

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